In a Nutshell
Un fondo de emergencia es una cuenta de ahorros en la que se reserva dinero para ayudar a superar una crisis financiera. Es importante entender cómo puede ayudarle un fondo de emergencia, cómo crearlo y cuándo puede necesitar recurrir al mismo.Las emergencias son parte de la vida y rara vez son gratis.
Desde la rotura de un calentador de agua hasta una factura inesperada del hospital, las emergencias suelen tener un precio. Un fondo de emergencia puede ayudarle a cubrir gastos cuando se produce una crisis. Veamos algunas cosas importantes que hay que saber sobre los fondos de emergencia, incluyendo cómo se crea, dónde se guarda y qué hacer si tiene que recurrir a los fondos.
- ¿Qué es un fondo de emergencia?
- ¿Por qué necesito un fondo de emergencia?
- ¿Cuánto debo guardar en mi fondo de emergencia?
- ¿Cómo puedo crear mi fondo de emergencia?
- ¿Cuándo debo utilizar mi fondo de emergencia?
- Próximos pasos: Qué hacer después de crear un fondo de emergencia
¿Qué es un fondo de emergencia?
Cuando se produce una crisis, es posible que necesite dinero en efectivo para cubrir los gastos de emergencia. Un fondo de emergencia es una cuenta de ahorros en la que guarda dinero y al que puede acceder de manera fácil en caso de una crisis financiera.
Su fondo de emergencia debe estar separado de las cuentas —de cheques o de ahorros— que utiliza para gastos previstos y cotidianos, como los alimentos, o las facturas planificadas, como el pago inicial de unas vacaciones que piensa tomar.
¿Por qué necesito un fondo de emergencia?
Las emergencias pueden resultar costosas. Por ejemplo, el costo promedio de una visita a la sala de urgencias del hospital puede superar los $2,000, según la aseguradora UnitedHealth Group. Y HomeAdvisor dice que un nuevo calentador de agua suele costar entre $811 y $1,566.
Por supuesto, perder el trabajo puede ser una gran emergencia financiera. Incluso si consigue beneficios de desempleo (y no todo el mundo tiene derecho a ellos), es probable que la cantidad sea significativamente inferior a sus ingresos laborales.
Las emergencias financieras pueden hacer mella en sus ahorros habituales, u obligarle a que se endeude para cubrir los gastos. Si utiliza el crédito para cubrir los gastos de emergencia, tendrá que pagar los gastos, más los intereses, hasta que pueda pagar el préstamo o la tarjeta de crédito.
Un fondo de emergencia puede ayudarle a cubrir los gastos imprevistos y evitar que se agoten sus ahorros regulares, que se desvíe el dinero de otros objetivos financieros importantes (como los ahorros para la jubilación) o que se utilice un crédito costoso.
¿Cuánto debo guardar en mi fondo de emergencia?
Como la situación y las necesidades de cada persona son únicas, no hay una cifra correcta que se aplique a todo el mundo. Pero hay algunas reglas generales que son útiles para decidir cuánto guardar en un fondo de emergencia.
La Oficina para la Protección Financiera del Consumidor recomienda empezar por considerar qué tipo de gastos inesperados ha tenido en el pasado y apartar suficiente dinero para cubrir esas situaciones comunes.
También vale la pena prepararse para emergencias mayores, como la pérdida del empleo. Puede llevar un buen tiempo conseguirlo, pero lo ideal es tener suficiente dinero en el fondo de emergencia para cubrir los gastos de varios meses si se queda sin trabajo. Entre tres y seis meses es un buen objetivo para muchas personas, pero algunos expertos financieros abogan por entre seis y nueve meses. Y si cree que tardará más en volver a trabajar, puede ser lógico tener más dinero en reserva.
¿Dónde debo guardar mi fondo de emergencia?
Cuando surja una emergencia, tendrá que poder acceder al dinero de su fondo de emergencia de forma rápida y sencilla. Eso significa que probablemente no debería guardarlo en una cuenta que limite su acceso, aunque sea una cuenta que pague más intereses que una cuenta de ahorro tradicional.
Por ejemplo, un CD (o certificado de depósito) puede tener un porcentaje de rendimiento anual más alto que una cuenta de ahorro, pero probablemente pagará una penalización por retiro anticipado si retira el dinero del CD antes de su vencimiento. Una cuenta del mercado monetario también puede pagar un interés más alto, pero esas cuentas suelen limitar el número de retiros que puede hacer en un mes, pueden requerir que mantenga un saldo mínimo y podrían tener recargos por mantenimiento.
Si puede encontrar una cuenta de ahorro de alto rendimiento (en inglés) para su fondo de emergencia, estupendo, pero el crecimiento no es el objetivo principal de un fondo de emergencia. La clave es un almacenamiento seguro y un acceso fácil cuando lo necesite, por lo que una cuenta de ahorro normal puede ser la mejor opción para guardar su fondo de emergencia.
Sea cual sea la cuenta que utilice para el fondo de emergencia, es conveniente que la mantenga separada de sus cuentas de ahorro y de cheques habituales, para que no tenga la tentación de recurrir a la misma para las necesidades cotidianas.
¿Cómo puedo crear mi fondo de emergencia?
No hay una sola forma correcta de crear un fondo de emergencia. Las estrategias pueden variar, de la misma manera en que la cantidad que necesita en su fondo se basará únicamente en su situación. El siguiente es un enfoque que, en general, puede ser útil.
- Empiece con un objetivo razonable. La idea de ahorrar para cubrir los gastos de varios meses puede ser intimidante. En cambio, empezar con una cifra más pequeña que pueda servir para una o dos posibles emergencias puede hacer que la creación de su fondo resulte más manejable. Aún ahorrar $500 o $1,000 podría resultarle útil.
- Establezca un calendario. Tener una fecha final para lograr su objetivo inicial puede ayudarle a sentirse más capacitado para alcanzar ese primer objetivo, y sentirse motivado para que el siguiente sea aún más grande.
- Calcule su objetivo final. Una vez que haya alcanzado su primer objetivo, es el momento de prepararse para conseguir su objetivo final de fondo de emergencia. Empiece por sumar sus gastos mensuales y multiplique esa cantidad por el número de meses que quiere cubrir con su fondo de emergencia. Por ejemplo, si sus gastos mensuales son de $3,000 y quiere poder cubrir los gastos de tres meses, su cálculo será $3,000 x 3 = $9,000.
- Actualice su calendario. Es posible que no disponga de $9,000 dólares para guardarlos inmediatamente en su fondo de emergencia. Así que primero, decida la cantidad máxima que puede destinar cada mes a la creación de su fondo. Luego, divida el total que quiere ahorrar entre esa cantidad para hacerse una idea del tiempo que tardará en alcanzar su objetivo. Si quiere acortar el tiempo, busque otras formas de ahorrar o ganar más dinero y desvíe esos fondos a su fondo de emergencia.
- Automatice los depósitos. Considere la posibilidad de automatizar los depósitos de su fondo de emergencia. Puede hacerlo de varias maneras. Por ejemplo, puede establecer una transferencia automática mensual entre una cuenta corriente o una cuenta de ahorro diferente a su cuenta de fondo de emergencia. O, si su empresa permite el depósito directo, puede hacer que una parte de su sueldo se deposite directamente en su fondo de emergencia.
¿Cuándo debo utilizar mi fondo de emergencia?
¿Cuándo es el momento adecuado para echar mano a su fondo de emergencia? Usted es el único que puede juzgar exactamente qué constituye una crisis que requiera recurrir a sus ahorros de emergencia. Pero la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor tiene dos buenas ideas para tener en cuenta.
- No todos los gastos inesperados pueden considerarse una emergencia importante.
- Establezca pautas para usted mismo sobre lo que constituye una emergencia financiera antes de tener que recurrir a su fondo.
Por lo general, sólo debe recurrir a su fondo de emergencia como último recurso. Cuando surja una situación y no esté seguro de si justifica recurrir a sus ahorros para emergencias, las siguientes preguntas pueden ayudarle a evaluar la situación.
- ¿Puedo cubrir este gasto de otra manera y sin endeudarme? Por ejemplo, si cancelar esa escapada de fin de semana que tenía planeada le permitirá pagar la emergencia, puede ser mejor que recurrir a su fondo.
- ¿Están en peligro mis ingresos? La pérdida de un empleo suele ser una buena razón para recurrir al fondo de emergencia, sobre todo si la pérdida de ingresos significa que no podrá pagar las facturas diarias. Y si el no poder pagar las reparaciones del carro significa que no puede ir a trabajar y que podría perder su empleo, también puede ser lógico recurrir a su fondo de emergencia.
- ¿Está en peligro mi salud (o mi casa)? Si necesita un tratamiento médico que el seguro no cubre, su casa necesita una reparación importante o no puede cubrir la hipoteca o el alquiler este mes, recurrir a su fondo de emergencia puede ser una buena opción. Pero tenga en cuenta la palabra “necesidad”. Utilizar el fondo de emergencia para tratamientos electivos (por ejemplo, una operación de cirugía estética) o mejoras en el hogar que no son esenciales (como la redecoración) probablemente no sea el mejor uso del dinero.
No olvide reponer su fondo
Si decide echar mano a su fondo de emergencia, recuerde que sólo está pidiendo prestado contra su fondo de emergencia. Es importante reponerlo lo antes posible. Esto puede ser más fácil de hacer si tiene que pagar una emergencia solo una vez, como la reparación de un carro. Si está recurriendo a su fondo para mantenerse a flote económicamente mientras busca trabajo, es importante que empiece a ahorrar de nuevo en cuanto vuelva a trabajar.
Próximos pasos: Qué hacer después de crear un fondo de emergencia
Crear un fondo de emergencia puede tomar tiempo, pero alcanzar su objetivo no sólo le proporcionará una red de seguridad financiera, sino que le dará la oportunidad de hacer aún más cosas con su dinero. Ahora puede empezar a destinar el dinero excedente a otros objetivos de ahorro, como unas vacaciones o el pago inicial de una casa.
También puede considerar herramientas de ahorro a largo plazo como un CD, un fondo del mercado monetario o un fondo de inversión. O puede aumentar sus ahorros para la jubilación o potenciar sus inversiones.